Sedentarismo en cuarentena y dolor de cuello

Saludos a todos. Ya disfrutamos de algo más de libertad y podemos recibir más vitamina D que, según parece, su falta es uno de los factores que pueden hacer más violenta la Covid-19.

Tras esta brevísima introducción, que nada tiene que ver con el tema del artículo de hoy, paso a entrar en el meollo, algo que creo se habrá dejado sentir mucho en estos días de cuarentena: el dolor cervical por posiciones mantenidas en sedestación (sentados).

Como muchos sabéis, por experiencia propia laboral, la inactividad y las posturas mantenidas son fuente de dolor y falta de confort. En cuanto a la inactividad, ya escribí algo al principio de la cuarentena para avisar que habría que buscar la manera de moverse en casa. Aquí tenéis el enlace al que fue el primer artículo de la web.

Si pasamos a hablar de las posturas mantenidas y dolor cervical, creo que la posición sentada delante de una pantalla con adelantamiento de la cabeza, se lleva la palma. Es por esto que he decidido dedicarle este artículo de difusión para intentar ayudar y/u orientar a quien lo padece estos días.

Hemos visto en todos los medios de comunicación los datos sobre el mayor uso, durante la cuarentena, de dispositivos móviles, tabletas y ordenadores. La razón es evidente, teletrabajo y más tiempo de ocio dentro de casa. Los propios dispositivos te dan, cada semana, los datos de su uso y el porcentaje de incremento. Personalmente, he aumentado mucho su utilización, por lo que entiendo perfectamente esta realidad.

Pues bien, tenemos una buena documentación científica sobre el dolor cervical desarrollado en ambientes escolares y/o laborales, de hecho, encontramos artículos como este, en el que se valora la aparición de este problema en escolares y se propone, como causas más probables, la mala posición sentada, el diseño del mobiliario y la dificultad para ver bien en clase. Todo esto tiene un gran sentido: no estás cómodo sentado y te cuesta más ver la pizarra, esto te lleva a un mayor gasto energético muscular, mayor esfuerzo con falta de oxígeno en dicha musculatura, lo que conlleva dolor. Dentro de estos factores relacionados con el puesto de estudio y/o trabajo, encontramos diferentes estudios donde encuentran una relación entre no tener el monitor del ordenador a la altura de los ojos y el dolor cervical en trabajadoras de oficina. Esto nos lleva a pensar en que se debería intentar tener en cada empresa y lugar de estudio un buen asesoramiento en este campo. De nada sirve tener unas aulas preciosas y de diseño si no son funcionales, por ejemplo. Podemos tener las mesas más bonitas y caras en la oficina, pero, si generan bajas laborales, serán de poca utilidad. El papel del fisioterapeuta aquí debería ser valorado como técnico que asesore en un buen diseño para mantener la salud del usuario y trabajador.

Otros artículos, como este, asocian ese dolor cervical con factores más biopsicosociales, como es la baja satisfacción del puesto de trabajo. Este punto es muy interesante ya que nos demuestra que el dolor tiene una gran dimensión, que no debemos olvidar el componente psicológico y siempre debemos derivar a nuestro paciente si lo consideramos oportuno. Por otro lado, y esto será motivo de otro artículo, está demostrado que escuchar de manera activa a nuestro paciente ya va a generar un alivio en sus síntomas, simplemente por poder verbalizar su problema, su historia. Esto es tan o más importante que la terapia física sobre la persona.

Un factor importante a la hora de aparición de dolor cervical es, cómo no, la edad. En artículos como este, se pone de manifiesto que, en adultos con dolor de cuello, aparece una mayor proyección anterior de la cabeza (cabeza adelantada) en comparación con adultos asintomáticos. En adolescentes no se encuentra asociación entre dicho adelantamiento de cabeza y dolor cervical. Podemos pensar que, al ser esta posición adelantada de la cabeza una deformidad que va apareciendo gradualmente con la edad, en gente joven todavía no se relacione directamente con el dolor de cuello. Por otro lado, el estudio sugiere que, la aparición mantenida de dolor cervical y las visitas al especialista por este motivo, pueden ser predictores de aparición de adelantamiento de cabeza en la edad adulta. Es la pescadilla que se muerde la cola, por lo que es importante, desde jóvenes, una buena educación postural, rutina de ejercicio físico y visitas al fisioterapeuta cuando sean necesarias, no solo para tratamiento sino para la educación antes comentada.

Bueno, ahora tenemos que hablar de qué podemos hacer para mejorar el dolor cervical que puede haber aparecido más en estos días. Quitando la opción farmacológica, que no es nuestro campo, paso a describir, someramente, lo que podemos aportar desde Fisioterapia y Osteopatía Casillas (FOC Murcia).

Empezaremos hablando de lo que ampliamente está demostrado: el ejercicio físico. No profundizaré más ya que es algo que siempre inculco en mis pacientes (o trato de hacerlo): hay que hacer ejercicio. ¿Cuál? El que te guste, el que te genere placer y, a partir de ahí, adherencia al mismo. Punto. Ya negociaremos si el que te gusta es el ideal para ti o tenemos que intentar esforzarnos en alguna sesión semanal de otro que no te “flipe” tanto.

En cuanto a los tratamientos físicos, podemos encontrar estudios que apoyan el uso de punción seca, aunque la mejoría en el dolor se nota, sobre todo al mes de empezar el tratamiento. Parece que la funcionalidad no se ve afectada. Pero, recordemos, en una consulta de fisioterapia, no aplicamos solo un tipo de técnica, usamos varias que actúan en sinergia (se potencian al sumarlas).

Otras técnicas que utilizamos habitualmente si no hay contraindicación, son las manipulaciones de alta velocidad, las cuales demuestran ser útiles en el tratamiento del dolor cervical crónico (enlace) 

La terapia miofascial, mal llamada estiramiento fascial o mal entendida por algunos como que “estiramos la fascia y la elongamos”, es efectiva si la comparamos con tratameinto clásico de masaje, ultrasonidos y TENS (corrientes) según artículos como este . En este campo se está investigando bastante por el interés en determinados receptores hallados en el tejido fascial y su capacidad para generar y transmitir dolor.

Para terminar y que esto no se nos alargue mucho, creo interesante recalcar que, a la hora de tratar la zona cervical, no debemos olvidar la dorsal. Esto tiene una razón anatómica: bastantes músculos insertados en la zona cervical y cráneo tienen un origen en vértebras dorsales por lo que su tratamiento involucra esta región. La investigación apoya esta realidad ya que encontramos artículos como este donde se pone de manifiesto que es más útil el tratamiento manual dorsal más cervical que solo el cervical para mejorar la sintomatología cervica;l y este otro  en el cual los pacientes que hacen automovilizaciones de la zona dorsal, mejoran la función cervical y, si mejora la capacidad de movimiento, mejorarán, probablemente, los síntomas dolorosos.

Y dejo para el final, por estar calentito cual hogaza recién hecha, un artículo de mi gran amigo Raúl Pérez Llanes, profesor de la UCAM. En él han demostrado que la utlización de la técnica de inhibición suboccipital junto con corrientes interferenciales, mejora de la función cervical y disminuye el impacto producido por el dolor de cabeza de origen cervical.

En @focmurcia siempre se apuesta por una valoración individualizada de cada paciente, por lo que, en ocasiones, habrá que tratar otras zonas que pueden estar en conflicto y provocando los síntomas. Esto hace que tratemos, muchas veces, a nivel visceral ya que muchos dolores crónicos tienen un origen importante a ese nivel. Esto puede dar para futuros artículos ya que es algo más desconocido para el público general.

Espero que os haya resultado útil este artículo y, si os ha gustado, por favor, difundidlo. Por desconocimiento, muchas veces nos quedamos pensando si nuestro problema puede tener tratamiento y sufrimos pensando que solo la medicación es la solución. He podido constatar esto tras el artículo anterior sobre mandíbula y dolor de cabeza y cuello, mucha gente se sorprendía con que ambas regiones estuviesen tan relacionadas. 

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